25 de diciembre, el mensaje de Jesús de Nazaret

El nacimiento de Jesús tuvo como propósito seguir el plan de Dios para recordar a la humanidad que Dios es amor, si en nosotros:

  • Es templanza de nuestros deseos
  • Es ejercicio de nuestros talentos para servir a los demás
  • Es generosidad para darnos en abundancia
  • Es cuidado de sí mismo
  • Es perdón ante la ofensa recibida
  • Es gratitud ante los gestos de bondad
  • Es admiración de la belleza del presente
  • Es aceptación del dolor
  • Es vivencia diaria de la espiritualidad
  • Es voluntad para ser felices

Pablo de Tarso discípulo de Jesús, escribió en la primera carta a los Corintios, sobre el amor:

“Ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino mejor.

Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden.

Ya podría tener el don de predicción y conocer todos los secretos y todo el saber; podría tener una fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada.

Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve.

El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.

 Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites.

 El amor no pasa nunca.”

 


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