1. Nuestro juramento personal por la felicidad trasciende nuestro estado subjetivo e íntimo de bienestar.La verdadera felicidad no se limita a nuestra experiencia individual; implica que todos a nuestro alrededor tengan la oportunidad de ser felices. Para lograrlo, dejemos de mirarnos únicamente a nosotros mismos y, miremos a los demás con una mirada compasiva.
Con empatía y colaboración nuestras acciones pueden influir en la felicidad de los demás. No podemos ser verdaderamente felices en un ambiente de infelicidad.