Autor: James

  • Louis Daguerre

    El 2 de enero de 1839, el inventor francés Louis Daguerre (1787- 1851) obtuvo la primera fotografía de la luna, convirtiéndose en el precursor de la fotografía moderna. El año anterior, en París, había tomado la primera fotografía de personas vivas. En su temprana juventud fue aprendiz de arquitecto, gracias a su talento para el dibujo. Esta formación le sirvió para emplearse posteriormente como diseñador de escenarios para teatro y ópera, y luego como auxiliar de escenógrafo. Años más tarde, se desempeñaría como pintor en París. Estas experiencias previas y su espíritu creativo le llevarían a inventar el diorama, un mecanismo para presentar imágenes en tercera dimensión que hoy en día se utiliza en los libros animados, y posteriormente el daguerrotipo, el primer procedimiento de fotografía logrado por accidente después de muchos esfuerzos y la colaboración de Joseph Niepce.

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    fuente: wikipedia.

    La formación de un talento con el cual ganarnos la vida y servir a los demás con frecuencia proviene de pequeños aprendizajes, experiencias y coincidencias que ofrece la vida, y que edifican el virtuosismo, el don de hacer bien algo, de quienes dan felicidad a la humanidad con sus grandes obras. En Sincrodestino, de Deepak Chopra, el autor explica que las coincidencias que experimentamos en nuestra vida diaria son mensajes a los que debemos estar atentos, pues nos invitan a seguir un destino creativo y amoroso.

  • 1 de enero, los propósitos del año nuevo

    Una vida sin propósito es un barco condenado a naufragar, puesto que el propósito da dirección, sentido y felicidad a nuestras vidas.


    Pero los propósitos deben buscar satisfacer nuestras necesidades más profundas, las búsquedas interiores que siempre nos acompañan, y a las que debemos ser fieles. Con frecuencia nuestro principal propósito es el dinero, pero este no puede ser un propósito, sino una consecuencia: el resultado material de haber fijado el propósito de ejercer creativamente nuestro talento esencial para el bien de la humanidad. Igual cosa ocurre con el amor, el cual llegará en abundancia solamente si somos capaces de amar y amarnos.
    La clave para el logro de todo propósito se encuentra en el  hábito de la perseverancia, que nos permite instaurar una conducta que tenderá a repetirse en el tiempo. La perseverancia (del latín perseverare, mantenerse firme en algo), se alimenta de la fe absoluta en el logro, pero también de la acertada elección de propósitos para nuestras vidas. El inconstante lo es, simplemente porque no ha fijado propósitos esenciales para su vida, ha orientado sus deseos a necesidades que no son auténticas.
    Los propósitos necesitan un plan para ejecutarse, de lo contrario, serán sólo apetitos sin vocación de satisfacción. También es bueno escribir, repasar y sentir el logro de nuestros propósitos para no abandonarlos, ante las constantes distracciones de la sociedad del entretenimiento. Tan importante es fijarse propósitos, como mantenerse en ellos.
    Cuando nos sintamos perdidos en la ruta, regresar a los propósitos esenciales dará curación y sentido a nuestras vidas. Así volveremos a ser felices.

  • El año que termina, un momento para evaluar

    Si deseamos lo que era importante, Si hicimos lo que nos inspira, Si amamos y fuimos amados, Si perdonamos a quien nos ofendió y nos perdonamos a nosotros mismos, Si ayudamos a quienes necesitaron de nosotros, Si expresamos gratitud infinita, Si cuidamos nuestra salud mental y física, Si aceptamos y enfrentamos con coraje la dificultad, Si vivimos espiritualmente. Y el año que comienza, una oportunidad de: Orientar nuestros deseos a auténticas necesidades, Hacer lo que realmente amamos, Ayudar a los demás con bondad y solidaridad, Cuidar nuestro cuerpo y nuestra alma, Amar y dejarnos amar, Aceptar la realidad, Vivir en espiritualidad junto a Dios. Para ello, juremos ser felices ¡

  • 30 de diciembre, Rudyard Kipling y El Libro de la Selva.

    El 30 de diciembre de 1865 nació Rudyard Kipling, quien a los 42 años se convertiría en el primer escritor británico en obtener el premio nobel de literatura, a pesar de haber rechazado anteriores premios literarios y condecoraciones ofrecidas por el imperio británico.


    Pintura de Edwar Burne Jones.

    La disciplina y el disfrute por lo que hacía eran emblemáticos en Rudyard Kipling, a pesar de las acusaciones de “escritor del imperio”, que en vida tuvo que soportar al final con gallardía.  En Stalky y Co, sobre sus experiencias de colegio, se reía a carcajadas releyendo las historias que había escrito.

    En 1894 escribió en una cabaña cercana a Vermont, Estados Unidos, la obra infantil El Libro De La Selva, recopilación de cuentos en los que se enfrentan  los valores de la amistad y el trabajo en equipo contra la ausencia de reglas en una comunidad.

    La entrega de Rudyard Kipling  a las letras nos recuerda que es importante amar lo que se hace, pero es mejor hacer lo que sea ama, hábito esencial para la felicidad.